El término ‘aflicción’ se refiere al dolor intenso y la respuesta emocional debido a la pérdida de alguien o algo profundamente significativo en su vida, y puede ser la consecuencia de la ruptura de una relación, un cambio importante en tu vida o, más comúnmente, la muerte de alguien a quien querías y por el cual te preocupabas. Involucra todos nuestros sentidos y puede afectarnos social, mental, física y emocionalmente. ‘Duelo’ se suele referir al período durante el cual una persona se aflige, o un estado de tristeza intensa.
No hay dos personas que vivan el duelo de la misma manera: la relación única que has tenido con la persona que has perdido recientemente sólo la conocíais y la sentíais vosotros dos. Incluso los hermanos, los padres y los niños dentro de la familia pueden experimentar un duelo diferente. El patrón de duelo que experimentes estará compuesto por diferentes factores: tu relación con la persona, cualquier pérdida previa que hayas experimentado, tu propia personalidad y antecedentes. Realmente no hay una forma correcta o incorrecta de sobrellevar el duelo.
El período inmediatamente posterior a la muerte de la persona puede ser muy abrumador, también teniendo en cuenta el período agotador que probablemente condujo a esa persona a la muerte. En el cáncer, aunque algunas personas tienen una enfermedad breve o mueren repentinamente, muchas tienen varias semanas o meses de deterioro de la salud, y es posible que hayas estado muy involucrado en el cuidado físico o en el apoyo durante esas últimas semanas.
A veces, en medio de la inmensa tristeza o entumecimiento, incluso puede haber un alivio inicial de que ahora tu ser querido ya no está angustiado, debilitado y enfermo.
Duelo – sentimientos y reacciones físicas
Hay muchos aspectos físicos y emocionales en el duelo. (Fuente: «Understanding grief», Dana-Farbar Cancer Institute):
Reacciones físicas
- Llanto o sollozo
- Dificultad para dormir
- Náuseas
- Pérdida de apetito
- Inquietud
- Pánico
- Miedo
- Entumecimiento
- Dolor de cabeza
- Tensión muscular
- Palpitaciones del corazón
- Malestar estomacal
Reacciones emocionales
- Enfado
- Confusión
- Incredulidad
- Vacío
- Culpa
- Tristeza intensa
- Lamento
- Alivio
- Preocupación
- Anhelo
Es posible que descubras que te estás manteniendo muy ocupado para evitar pensar y procesar la pérdida, y a menudo hay una sensación de agotamiento. La actitud de «piloto automático» puede continuar durante algunas semanas/meses y, a veces, las personas se preocupan por no estar afligidas “adecuadamente”, ya que no están llorando o sintiéndose consumidas por su pérdida.
Para otros, incluso en esos primeros días, el duelo se siente colosal e inmanejable: tratar de recordar que tienen que comer, dormir y cuidar de su propio bienestar puede parecer poco importante. También puedes estar preocupado por aquellos de su alrededor que también están viviendo el proceso de duelo, y eso puede suponer un estrés adicional.
Durante los primeros días, es posible que sientas la presencia de tu ser querido; a muchos les preocupa que se estén volviendo locos en este momento. Puede ser un olor, un vistazo fugaz o un sueño que parece muy real. Esto puede suceder a medida que nuestro cerebro procesa la realidad; el cerebro tarda un tiempo en asimilar la pérdida física.
Consejos para las primeras semanas de duelo
No hay una forma rápida o fácil de superar el duelo, pero quizás los siguientes consejos te ayuden en los días difíciles:
- Recuerda comer y beber, ducharte y tratar de dormir un poco si puedes.
- Ten en cuenta que es posible que no te estés concentrando muy bien, así que presta especial atención al conducir, vigila tu salud y seguridad, y trata de no recurrir a estrategias de afrontamiento que involucren drogas, alcohol, etc.
- No ignores tus propias necesidades de salud. Muchas personas en duelo son un poco más susceptibles a las infecciones y enfermedades relacionadas con el estrés.
- Salir al aire libre y hacer algo de ejercicio puede ayudarte a desconectar y a reducir la sensación de aislamiento.
- Ten en cuenta que tus emociones pueden estar a flor de piel y que puedes sentirte más sensible a las reacciones de las personas. No te avergüences si lloras.
- Cuidar de una persona, una mascota e incluso del jardín, puede ayudarte a darte una sensación de propósito y satisfacción.
- Puedes sentir que tu mente es un caos en este momento, pero encontrar un poco de tranquilidad puede ayudar, tal vez encendiendo una vela, escuchando música, leyendo, practicando mindfulness o tomarte un baño relajante.
- Aprender a decir ‘sí’ a algunas cosas (viajes, una comida, etc.) puede ayudar, incluso si tu corazón no está en eso. Sin embargo, aprender a decir ‘no’ también es importante: no siempre tendrás la energía para hacerlo todo.
- Los grupos de apoyo, pueden ser útiles. Infórmate en tu centro de salud o centro cívico.
- Si estás trabajando y necesitas tiempo fuera, se amable contigo mismo y habla con tus jefes. Incluso más adelante durante el proceso de duelo, puede haber días en los que el dolor vuelva a surgir y es posible que necesites un poco de permiso para descansar y recuperarte.
- Escribir un diario o de cualquier otra forma, puede ser una manera de plasmar las emociones, los recuerdos y los sentimientos en una página, liberándote de estrés, dolor y añoranza.
Acompañamiento ante el duelo en Kālida
En esta página encontrarás información sobre cómo Kālida te puede acompañar en el proceso de duelo, así como consejos a nivel práctico y social. Pásate por Kālida cuando quieras sin necesidad de pedir cita. Nuestro equipo de soporte oncológico —enfermeras especializadas en cáncer, asesores sociales y psicooncólogas — está aquí para escuchar tus inquietudes y ofrecerte la ayuda que necesites.
También ofrecemos Sesiones de arteterapia para personas en duelo, cuyo objetivo es explorar y trabajar las emociones que provoca el duelo, utilizando distintas disciplinas artísticas.
Artículo desarrollado con la colaboración de Maggie’s.