TIPOS DE TRATAMIENTO

En esta página te presentamos los diferentes tipos de tratamiento disponibles actualmente, para que conozcas sus beneficios, en qué casos se suelen utilizar y sus efectos secundarios más comunes. El equipo médico que te atiende te recomendará el más adecuado para ti, y te ayudará a comprender sus implicancias. Consulta con ellos cualquier duda que te surja, y recurre a nosotros siempre que lo necesites.

Cirugía para el cáncer

La cirugía, una especialidad médica cuyo objetivo es intentar curar, operando, la parte del cuerpo afectada por una enfermedad, es un tratamiento común de los procesos oncológicos. Puede ser el único, usarse con otros o que no sea adecuado para ti o el tipo de cáncer que tienes.

Esta página te ayudará a comprender cómo se usa la cirugía para tratar el cáncer a y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

¿Cuándo se utiliza la cirugía para tratar el cáncer?

Hay muchas razones por las que se utilizar una cirugía durante un proceso oncológico:

  • Diagnóstico
  • Confirmar en qué fase se encuentra el cáncer
  • Eliminar el tumor o reducir su tamaño
  • Prevenir o reducir el riesgo de un cáncer en particular. Esto se conoce como cirugía profiláctica
  • Reconstruir una parte del cuerpo después de eliminar un tumor
  • Ayuda con otros tratamientos. Por ejemplo, para insertar una vía central en el pecho para administrar quimioterapia u otros medicamentos
¿Cuándo se aplica la cirugía?

Si necesitas cirugía oncológica, generalmente será parte del plan de tratamiento. Las operaciones de emergencia se llevan a cabo si tienes síntomas que deben tratarse con urgencia.

Otras veces, el cáncer también se encuentra durante cirugías de rutina para otras afecciones.

Listas de espera

Es posible que te digan que estás en lista de espera para confirmar la fecha de la operación. Si es tu caso, pregunta al equipo de atención médica cómo y cuándo te enterarás de la fecha.

Si esto te preocupa porque la información que te han dado no te ha quedado clara, o si tus síntomas empeoran, informa al médico de cabecera o enfermera especializada.

La operación

Por lo general, se te dará una fecha e información sobre la intervención con anticipación. También tendrás la oportunidad de hablar con el equipo de atención médica sobre todo lo que ésta implique y sobre los preparativos que necesitas.

Las operaciones planificadas serán realizadas por un cirujano especializado en el tratamiento de tu cáncer en particular. En algunos casos, esto podría ser en otro hospital. Los diferentes tipos de cáncer requieren operaciones muy especializadas.

Después de la cirugía

Una operación puede implicar la hospitalización, aunque algunos procedimientos de cirugía del cáncer se realizan de manera ambulatoria.

Cuando te dan el alta del hospital, los enfermeros se ocupan de:

  • Hablar de los problemas que podrían ocurrir.
  • Explicar cómo tomar los medicamentos pautados.
  • Enseñar cómo realizas curas y procedimientos específicos.
  • Organizar la atención de enfermería del CAP o del ambulatorio si la necesitas.
  • Suministrar datos de contacto por si tienes dudas o preguntas.

Por lo general, tendrás también una cita de seguimiento con el médico del hospital.

Kālida está aquí contigo

Si tienes más preguntas o las emociones te abruman cuando te estás preparando para una cirugía o recuperándote de ella, nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y ayudarte a encontrar la información y la ayuda adecuada.

La quimioterapia, o “quimio”, es un tratamiento con medicamentos que se utiliza para destruir o controlar las células cancerígenas. Hay muchos fármacos diferentes para los diversos tipos de cáncer existentes.

Esta página te ayudará a comprender cómo se usa la quimioterapia con el cáncer y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

¿Cuándo se utiliza la quimioterapia?

Los medicamentos de quimioterapia pueden usarse solos o en combinación con otros fármacos o tratamientos contra el cáncer.

Pueden usarse para:

  • Destruir completamente el cáncer como tratamiento principal.
  • Controlar el crecimiento de tumores.
  • Reducir un tumor para facilitar la cirugía.
  • Reducir el riesgo de que la enfermedad se reproduzca.
¿Cómo funcionan los medicamentos de quimioterapia?

Los fármacos funcionan para destruir las células cancerígenas de diferentes maneras. Por ejemplo:

  • Atacar y descomponer.
  • Detener su crecimiento.
  • Privar de los nutrientes que necesitan.

La quimioterapia también afecta a las células normales, pero los efectos son temporales porque éstas se reparan más rápido que las cancerígenas.

¿Con qué frecuencia se administra la quimioterapia?

La frecuencia dependerá del medicamento o combinación de fármacos que estés tomando. Por lo general, se administra en un número determinado de días o de semanas, con una frecuencia concreta. A esto se le llama “ciclo”.

Antes de comenzar el tratamiento te indican cuántos ciclos serán y de cuántas sesiones constará cada uno de ellos.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

La quimioterapia se administra de diferentes formas según el tipo de fármaco o el tipo de cáncer. Por lo general:

  • A través de un goteo (intravenoso)
  • Tomar pastillas (vía oral)
  • Por inyección en un área en particular
  • Con una bomba portátil durante unos días (intravenoso)

Antes de cada una de las posibles vías de administración, se realiza un análisis de sangre para verificar que te encuentras en condiciones óptimas para continuar con el tratamiento.

El lugar donde recibas la quimioterapia depende de tu situación y de los medicamentos que tomes. Es posible que debas ir algunas horas al hospital de día, permanecer en el centro sanitario o hacerlo en casa.

Efectos secundarios más frecuentes

Los medicamentos de quimioterapia provocan diferentes síntomas, pero hay algunos que son más comunes. Aunque la lista sea abrumadora, es muy poco probable que los tengas todos.

Los efectos secundarios más comunes son:

  • Sensación de malestar
  • Náuseas y vómitos
  • Infecciones
  • Fatiga (cansancio)
  • Caída del cabello
  • Sangrado y hematomas
  • Anemia
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Cambios del apetito
  • Boca dolorida o con llagas
  • Cambios en el peso
  • Cambios de concentración y memoria
  • Mal humor
  • Problemas de fertilidad
  • Disminución del deseo sexual
  • Cambios en la piel y las uñas
  • Daño en los nervios (neuropatía periférica)

El médico o enfermera especialista analizará los efectos secundarios de cada uno de los medicamentos que tomes y te informará de cuáles son los más probable que tengas.

Hay muchas formas de controlar los efectos secundarios, por lo que es importante que informes al equipo de atención médica si los sufres, para que puedan ayudarte.

Informar de los problemas que puedan surgir

Cuando recibes quimioterapia, es más probable que desarrolles infecciones que se agravan rápidamente. El equipo de atención médica te dirá qué efectos secundarios necesitan tratamiento urgente, por ejemplo, fiebre alta o malestar.

En el hospital donde te trates, te darán un número de teléfono de contacto por si tienes algún síntoma. Es importante que lo uses para informar sobre los problemas que puedan surgir, para que seas tratado rápidamente. Fuera del horario de atención, siempre puedes recurrir a urgencias o llamar al número de asistencia sanitaria de tu comunidad autónoma.

Kālida está aquí contigo

Si tienes preguntas sobre el tratamiento y cómo lo gestionarás antes, durante o después de la terapia del cáncer.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y proporcionar la información y ayuda adecuadas

La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para destruir las células cancerosas. El médico especialista que la administra para tratar el cáncer es el radio-oncólogo.

Esta página te ayudará a comprender cómo se usa la radioterapia con el cáncer y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos  del proceso oncológico.

¿Cuándo se usa la radioterapia?

La radioterapia, que puede ser tu único tratamiento o combinarse con otros, se usa para:

  • Intentar destruir completamente el cáncer (radioterapia curativa).
  • Reducir un tumor para facilitar la cirugía (radioterapia neo adyuvante).
  • Reducir el riesgo de reaparición (radioterapia adyuvante).
  • Tratar los síntomas (radioterapia paliativa).
  • Preparación para un trasplante de células madre o de médula ósea.
¿Cómo funciona la radioterapia?

La radioterapia usa radiación para atacar las células cancerosas en el área del cuerpo afectada.

Se administra externa o internamente.

Su objetivo es detener el crecimiento de las células cancerosas al descomponer su ADN.

La radioterapia también afecta a las células normales, aunque los efectos secundarios suelen ser temporales porque mientras éstas se repararan a sí mismas, las células cancerosas no lo hacen.

Radioterapia externa

La radioterapia se administra con mayor frecuencia de forma externa mediante haces de alta energía, como rayos X u otras partículas. Las sesiones pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos. No duele, pero es incómodo si debes mantener la misma posición durante un tiempo.

Radioterapia interna (braquiterapia)

La radioterapia también se administra internamente como:

  • Implantes en forma de alambres metálicos o semillas
  • Catéteres que transportan el líquido radioactivo

Otras opciones de radioterapia:

  • Radioterapia sistémica:
    • Ingesta de líquido radiactivo o de cápsulas.
    • Inyecciones
¿Con qué frecuencia se administra la radioterapia?

La radioterapia externa generalmente se administra a diario, de forma ambulatoria. El tratamiento se divide en dosis (fracciones) que se suministran durante varios días o semanas. En algunos casos, como en la radioterapia interna, requiere ingreso hospitalario.

Efectos secundarios más frecuentes

La mayoría son locales, generalmente problemas cutáneos en el área tratada: sequedad, picazón o descamación de la piel.

La fatiga afecta a casi todas las personas en tratamiento.

Suelen aparecer unos días después del inicio de la radioterapia y permanecen hasta algunas semanas después de que termine, porque son acumulativos.

Habla con el médico, enfermera especialista o radio-oncólogo sobre aquellos que puedes experimentar y qué puedes hacer para reducirlos.

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Es posible que tengas preguntas sobre el tratamiento y cómo gestionarlo antes, durante o después de la terapia del cáncer.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas.

La inmunoterapia es un tipo de terapia biológica para tratar el cáncer, que utiliza sustancias producidas por el organismo (o en laboratorio) para mejorar el funcionamiento del sistema inmune y destruir las células cancerígenas.

Esta página te ayudará a comprender cómo se usa la inmunoterapia con el cáncer y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

¿Cuándo se usa?

El sistema inmune es el mecanismo de defensa del cuerpo ante infecciones y otras enfermedades: reconoce las agresiones al organismo porque mantiene un registro de las sustancias que normalmente habitan en el cuerpo. Cualquier agente no reconocido provoca la alarma y desencadena una respuesta a la agresión.  Los gérmenes, por ejemplo, son identificados como “extraños” y eliminados.

El sistema inmune, sin embargo, tiene una capacidad limitada para detectar el cáncer. A veces, no identifica las células cancerígenas como “extrañas” aunque tengas un sistema inmunitario saludable. Los motivos, diversos: no son tan diferentes de las células normales o el mecanismo de defensa no es suficientemente fuerte para destruir la enfermedad. En ocasiones, algunas células tumorales liberan sustancias que impiden ser detectadas y, en consecuencia, obstaculizan que el cuerpo las neutralice.

Hay diferentes tipos de terapias que usan el sistema inmune del mismo paciente para tratar el cáncer, muchas otras están en proceso de estudio y algunas de ellas se consideran terapias dirigidas.

Según el tipo de cáncer diagnosticado y el estado de salud general, el equipo de atención médica define cuál de estas alternativas es la más adecuada y te informa sobre las características específicas de cada una de ellas:

  • Inhibidores de puntos de control inmunitario
  • Terapia de transferencia de células T
  • Citocinas
  • Anticuerpos monoclonales
  • Vacunas de tratamiento contra el cáncer
  • Inmunomoduladores
  • Virus oncolíticos

 ¿Cómo se administra la inmunoterapia?

Se suele administrar en el hospital de manera ambulatoria a diario, cada semana o una vez al mes. La frecuencia depende del tipo de cáncer, la fase en la que se encuentre y de las características de la inmunoterapia recibida. Algunas se administran por ciclos, los periodos de tratamientos seguidos por un descanso, que permiten al cuerpo reaccionar al tratamiento, recuperarse y producir nuevas células sanas.

Las vías de administración son:

  • A través de un goteo (intravenosa)
  • Pastillas (oral)
  • Aplicar sobre la piel (tópica)
  • Directamente en la vejiga (Intravesical)
Efectos secundarios más frecuentes

Los efectos secundarios son variables, pero los más comunes son la fatiga, algunos síntomas similares a los de la gripe y cambios en la piel.

El médico o enfermera especialista te informará de cuál es más probable que tengas según el medicamento que tomes.

Es importante informar al equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que experimentes para que puedan tratarlo rápidamente.

Kālida está aquí contigo

Es posible que tengas dudas sobre la inmunoterapia, los efectos secundarios y cómo lo gestionarás.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas.

El tratamiento oncológico con hormonas permite bloquear la capacidad de producción del cuerpo de estas sustancias segregadas por glándulas como el páncreas o la tiroides. También permite interferir en su comportamiento.

Esta página te ayudará a comprender cómo se usa la terapia hormonal en determinados cánceres y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos  del proceso oncológico.

¿Cuándo se usa la hormonoterapia?

La terapia hormonal se utiliza para detener o reducir la velocidad de crecimiento del cáncer, principalmente el de próstata y mama. También se usa para disminuir la probabilidad de que regrese y para aliviar algunos síntomas, por ejemplo en hombres con cáncer prostático que no pueden ser operados (cirugía) ni recibir radioterapia.

Básicamente hay dos tipos, las que bloquean la capacidad del cuerpo para producir hormonas y las que interfieren en su comportamiento. Generalmente se combinan con otros tratamientos para:

  • Reducir el tamaño de un tumor antes de la cirugía o de la radioterapia. (terapia neoadyuvante).
  • Reducir el riesgo de que regrese el cáncer después del tratamiento principal. (Terapia adyuvante).
  • Destruir las células cancerosas que han regresado o que se han extendido a otras partes del cuerpo.
Efectos secundarios más frecuentes

Como la terapia hormonal bloquea la capacidad del cuerpo para producir hormonas o interfiere en su comportamiento, causa efectos secundarios indeseados en función del tipo de tratamiento que recibas, cómo reacciona el cuerpo y si eres hombre o mujer.

Los efectos secundarios comunes en los hombres son:

  • Sofocos
  • Disminución del deseo sexual y dificultades de erección.
  • Malestar muscular
  • Diarrea
  • Náuseas
  • Senos agrandados o sensibles
  • Fatiga
  • Aumento de peso

Los efectos secundarios comunes en las mujeres son:

  • Sofocos
  • Sequedad vaginal
  • Cambios en los períodos de mujeres que no han llegado a la menopausia
  • Disminución del deseo sexual
  • Náuseas
  • Cambios de ánimo
  • Fatiga
Administración y controles

La terapia hormonal suele administrarse por vía oral —pastillas— o intramuscular, generalmente inyecciones en las extremidades o en los muslos.

Si recibes este tipo de terapia, te harán controles frecuentes para ver cómo responde el cuerpo. Si eres un hombre con cáncer de próstata, revisarán la concentración en sangre del antígeno prostático específico (PSA) y si eres una mujer con cáncer de mama, te explorarán las axilas, el cuello y los pechos, además de hacerte mamografías y ecografías.

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Si tienes dudas y preguntas sobre la terapia hormonal contra el cáncer, sus efectos secundarios y cómo gestionar el tratamiento.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas.

Cada vez hay tratamientos oncológicos más precisos y personalizados, “dirigidos” a un tipo específico de cáncer. El objetivo de las terapias dirigidas es eliminar o alterar las células cancerosas, pero sin afectar a las sanas, a diferencia de la quimioterapia que perjudica a todas las células. Algunas de ellas se denominan “terapias biológicas”.

Esta página te ayudará a comprender cómo se usan las terapias dirigidas para tratar el cáncer y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

¿Cuándo se usan las terapias dirigidas?

Las terapias dirigidas se utilizan de diferentes maneras y con objetivos dispares:

  • Buscar y destruir células cancerosas.
  • Interferir en el crecimiento o el suministro de sangre de las células tumorales.
  • Animar al sistema inmunológico a atacar las células cancerígenas.
  • Transportar otros tratamientos, como la quimioterapia, directamente a las células cancerosas.
Tipos de terapias dirigidas

Algunas terapias dirigidas a veces se conocen como “terapias biológicas”. La mayoría utilizan medicamentos micromoleculares o anticuerpos monoclonales.

  • Los medicamentos de moléculas pequeñasson lo suficientemente pequeños para entrar en una célula cancerosa cuando la encuentran. Estos medicamentos apuntan a una sustancia específica ubicada dentro de la célula y la bloquean.
  • Los medicamentos de moléculas grandesgeneralmente no pueden penetrar en una célula. Actúan al atacar y luego debilitar o destruir proteínas o enzimas en la superficie de la célula. A menudo se describen como «llave y cerradura» porque la molécula es como una llave que abre la enzima o proteína en la superficie de la célula, como si fuera una cerradura. La llave encaja en la cerradura, permitiendo que el medicamento sea efectivo.
¿Cómo se administran?

Las formas más habituales son:

  • Pastillas (vía oral)
  • A través de un goteo (intravenoso)

La frecuencia dependerá del tipo de cáncer y de terapia dirigida que estés realizando y cómo reacciona el cuerpo al tratamiento.

Efectos secundarios más frecuentes

El médico o enfermera especialista te dirán cuáles son los que probablemente tengas, porque los síntomas pueden variar según la terapia dirigida recibida. Los más comunes son los cambios cutáneos, que incluyen un incremento de la sensibilidad de la piel, picazón, sarpullido o enrojecimiento.

Es importante informar al equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que experimentes, para que puedan tratarse rápidamente.

Kālida está aquí contigo

Es posible que tengas preguntas sobre la terapia dirigida para el cáncer, los efectos secundarios y cómo lo gestionarás.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas.

Los trasplantes de médula ósea, cuyo objetivo es reemplazar las células madre enfermas por otras saludables, se utilizan en combinación con altas dosis de quimioterapia para tratar algunos cánceres, como el mieloma, la leucemia y el linfoma.

Esta página te ayudará a comprender cómo se utiliza esta intervención con el cáncer y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

¿Cómo se recogen las células madre?

Semanas antes del trasplante se extraen las células madre. Hay tres procedimientos:

  • De la sangre venosa periférica: se extraen las células madre directamente de las venas, mediante un procedimiento denominado aféresis. Previamente te indicarán unas inyecciones para estimular el paso de las células madre  -progenitores hematopoyéticos- a la sangre.
  • Del cordón umbilical. Se obtiene durante el parto y es muy rico en células madre.
  • Directamente de la médula ósea, realizando una punción en las crestas ilíacas para aspirar las células madre, bajo anestesia. (Ya no se suele practicar).

Después las células madre se cuentan, almacenan y ya están listas para el trasplante, que puede ser de dos tipos:

  • Autólogo: cuando las células madre son de la misma persona que recibe el trasplante.
  • Alogénico: cuando las células madre son de un pariente, de un donante de cordón umbilical o de una persona no emparentada con características genéticas similares a quien recibirá el trasplante.
El trasplante

Antes de la intervención se administra al paciente quimioterapia en dosis altas y, a veces, radioterapia, para matar cualquier célula enferma. Las células sanas también fallecen, pero estas se recuperan después.

Las células madre que se han extraído previamente de la sangre o la médula ósea se trasplantarán luego por goteo y comenzarán a desarrollar nuevas células sanguíneas sanas. Se trata de un procedimiento similar al de una transfusión de sangre.

Después del trasplante

La recuperación de un trasplante de médula ósea suele ser un proceso largo y lento, puedes pasar muchas semanas en el hospital, de forma aislada, para permitir que el sistema inmunológico se recupere.

Cuando regreses a casa, tendrás que hacer algunos ajustes en el estilo de vida mientras continúas recuperándote. Se te dará información sobre efectos secundarios, nutrición, formas de prevenir infecciones y a quién contactar si hay un problema.
Puedes encontrar más información en el sitio web de la Fundación Josep Carreras.

https://www.fcarreras.org/es/guiatrasplante (aquí guía para el trasplante)

Kālida está aquí contigo

Estamos aquí para ti y tu familia antes del trasplante, mientras estás aislado en el hospital y durante la recuperación en casa:

Nuestros especialistas en soporte oncológico pueden hablar contigo sobre lo que te preocupe del tratamiento y guiarte hacia el apoyo más adecuado.

Ofrecemos talleres sobre Trasplante de Médula Ósea para ayudarte a que te prepares lo mejor posible si tú o una persona a la que cuidas seréis trasplantados.

Los ensayos clínicos son estudios de investigación que miden el efecto de nuevos tratamientos o procedimientos contra el cáncer en las personas.

Esta página te ayudará a comprender para qué sirven con el cáncer y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

El objetivo de los ensayos clínicos es averiguar si un tratamiento es eficaz, si es seguro, si tiene efectos secundarios o si funciona mejor que los procedimientos disponibles hasta el momento.

Los ensayos clínicos son cuidadosamente planificados, regulados y supervisados por comités de ética.

¿Por qué participar en un ensayo clínico?

Es posible que desees participar en una prueba para:

  • Probar un nuevo medicamento que no esté disponible.
  • Probar una forma diferente de ser tratado.
  • Ayudar a otras personas en el futuro.
  • Probar una opción más si otros tratamientos han fallado.
Cómo participar en un ensayo clínico

Es posible que te inviten a participar en un ensayo clínico o quizás desees preguntarle a tu médico si hay algún ensayo adecuado para ti.

Puedes acceder, juntamente con los profesionales que te estén atendiendo, al directorio global de ensayos clínicos, para informarte sobre si existe alguno en el que podrías participar: www.clinicaltrials.gov (en inglés).

¿Es una prueba adecuada para ti?

El médico y los enfermeros especialistas en investigación te ayudarán a considerar detenidamente lo que implica un ensayo clínico y todos los posibles beneficios y riesgos que comporta en tu caso concreto.

Algunas preguntas a considerar:

  • ¿Cumples con los criterios?
    Cada ensayo clínico tiene reglas estrictas sobre quién puede participar y el médico te dirá si los cumples. Se considerarán los resultados de las pruebas, el tratamiento previo, la edad, las enfermedades que hayas tenido o tengas y el estado de salud general.
  • ¿Entiendes todo lo que implica?
    Pueden ser necesarias pruebas adicionales, exploraciones, cuestionarios y visitas al hospital.
  • ¿Entiendes los objetivos del ensayo y cómo te afecta?
    Algunos ensayos no te beneficiarán directamente, pero ayudarán a otros en el futuro.
  • ¿Estás preparado para aceptar el tratamiento ofrecido?
    El diseño del ensayo puede implicar una selección aleatoria, es decir que no recibas realmente el fármaco que se está probando, sino el tratamiento estándar.
Participar en un ensayo clínico

Antes de participar en el ensayo, debes obtener información clara y concisa por escrito y, además de tener la posibilidad de preguntar cualquier aspecto que te preocupe, debes tener el tiempo suficiente para tomar la decisión antes de firmar el formulario de consentimiento.

Durante el ensayo, te controlarán muy de cerca para comprobar cómo reaccionas al tratamiento.

Si parece que no funciona, el médico puede sugerir detener el ensayo o cambiar a otro tratamiento. Recuerda que puedes abandonar la prueba en cualquier momento y que la atención y la terapia estándar seguirán estando disponibles.

Kālida esta aquí contigo

Si te ofrecen participar en un ensayo clínico, considerar esta opción implica recibir mucha información adicional y es útil hablar de ello con expertos.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y  facilitar la información y la ayuda adecuadas.

Los tratamientos de apoyo se pueden administrar con la terapia oncológica principal para que gane efectividad y también se usan para aliviar o prevenir los efectos secundarios.

En esta página averiguarás cuáles son los tratamientos de apoyo y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

Existen tipos diferentes de tratamientos de apoyo. Algunos ejemplos son:

  • Esteroides
  • Medicamentos contra las enfermedades
  • Bifosfonatos para fortalecer los huesos
  • Transfusiones de sangre

Kālida está aquí contigo

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas.

El cáncer, a veces, no necesita tratamiento inmediato o incluso puede que nunca lo necesite. Por ejemplo, algunos que afectan a la sangre y los de próstata de bajo grado. Entonces, los equipos de atención médica aplican la máxima de «observar y esperar”, también llamada «vigilancia activa».

En estos casos, los médicos seguirán haciendo chequeos, análisis de sangre y seguimientos periódicos para controlar al paciente, lo que denomina “observación y «vigilancia activa”.

Si en cualquier momento se produce un cambio, las opciones de tratamiento se discutirán contigo.

Kālida está aquí contigo

Si te cuesta convivir con el cáncer, sabiendo que tienes la enfermedad pero no estás recibiendo tratamiento.

Si todavía tienes síntomas y sientes emociones diferentes.

Nuestros especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas:

Existeixen teràpies anomenades complementàries que, en alguns casos, es poden utilitzar per a minimitzar alguns símptomes, millorar el teu estat de salut general i incrementar la qualitat de vida, mentre reps tractament mèdic per al càncer.

En aquesta pàgina obtindràs informació sobre les teràpies complementàries disponibles, quan podrien usar-se amb el càncer i descobriràs com Kālida t’ajuda a gestionar les emocions i els problemes pràctics del procés oncològic.

Tipus de teràpies complementàries

Les teràpies complementàries són beneficioses físicament i emocionalment. Si vols gaudir-ne alguna, et recomanem que busquis aquelles que estan basades en l’evidència científica, dutes a terme per professionals experts, degudament acreditats en la seva àrea i especialitzats en l’atenció a persones amb càncer.

Hi ha molts tipus de teràpies complementàries que inclouen:

  • Acupuntura
  • Aromateràpia
  • Hipnosi
  • Massatge
  • Meditació
  • Reflexologia
  • Relaxació
  • Shiatsu
  • Ioga

Informa l’equip d’atenció mèdica

Algunes teràpies o remeis complementaris poden ser perjudicials o reduir l’efecte del tractament oncològic, així que recorda sempre que és molt important:

  • Parlar amb l’equip d’atenció mèdica abans de començar a fer teràpies complementàries.
  • Informar sobre qualsevol medicament o suplement que prenguis i que no t’hagin receptat i sobre les dietes específiques que segueixes.
  • Assegurar que el professional que administri el tractament complementari conegui el diagnòstic i qualsevol teràpia que hagis rebut o que estigui planificada.

La medicina paliativa se utiliza a menudo en el tratamiento del cáncer.

En esta página averiguarás qué es la medicina paliativa, quién la proporciona y cómo accedes a ella, y descubrirás cómo Kālida te ayuda a gestionar las emociones y los problemas prácticos del proceso oncológico.

¿Qué son los cuidados paliativos?

La medicina paliativa, cuyo objetivo es alivia el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes con una enfermedad grave o avanzada, es decir que no se puede curar, se utiliza junto a otros tratamientos para controlar el cáncer y también se usa por si sola.

El equipo de paliativos puede participar en tu atención en cualquier momento a partir del diagnóstico para:

  • Gestión de los síntomas difíciles, especialmente el dolor
  • Apoyo emocional para ti y tu familia
  • Cuidados al final de la vida

Es importante comprender que si recibes cuidados paliativos no significa necesariamente que estés en una etapa final de vida, porque pueden prolongarse durante largo tiempo.

¿Quién proporciona los cuidados paliativos?

La medicina paliativa atiende de manera integral al paciente y su familia. Un  equipo multidisciplinar de terapeutas (médicos y enfermeras especialistas, trabajadores sociales, dietistas, farmacéuticos…) se coordina para evaluar la situación y suministrar el tratamiento más adecuado para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del enfermo.

El equipo de paliativos trabaja en colaboración con el médico de cabecera, los médicos del hospital y las enfermeras de distrito.

Los servicios se ofrecen en el hogar, hospital o en centros sociosanitarios

Cómo acceder a los cuidados paliativos

Las derivaciones al equipo de cuidados paliativos generalmente las realiza el médico especialista, un integrante del equipo hospitalario o el de cabecera.

Informa al médico o enfermera especialista si tienes problemas con tus síntomas, para que puedan derivarte en el momento adecuado.

La primera experiencia de apoyo de cuidados paliativos puede ser una visita de una enfermera especializada, ya sea en el hospital o en el Centro de Atención Primaria (CAP).

Kālida está aquí contigo

Si te han dicho que tu cáncer es incurable probablemente estás experimentando un vaivén emocional.

Nuestros psicólogos y especialistas en soporte oncológico están aquí para escuchar tus inquietudes y facilitar la información y la ayuda adecuadas.

También puedes conocer a otras personas en una situación similar a la tuya mientras disfrutas de una cálida taza de té en nuestra cocina. o te unes a los cursos y talleres diseñados específicamente para pacientes oncológicos.

Como te ayuda Kalida

En Kalida ofrecemos apoyo práctico, emocional y social a personas con cáncer. También a sus familiares, amigos o cuidadores. De manera gratuita y sin necesidad de cita previa ni derivación médica.

Ven cuando quieras. Y quédate el tiempo que necesites. Antes, durante y después del tratamiento. Nuestros equipos profesionales están capacitados para darte la ayuda que necesitas:

  • Los especialistas en soporte oncológico escuchan tus preocupaciones sobre los efectos secundarios y pueden guiarte hacia el soporte más adecuado.
  • Con los cursos de introducción comprendes que implica el tratamiento.
  • Los asesores en servicios y prestaciones -trabajadores sociales- analizan las preocupaciones económicas y te ayudan en las reclamaciones.
  • Los psicooncólogos te apoyan en la gestión de las emociones difíciles.
  • Las sesiones de relajación y control del estrés alivian la angustia.
  • Los nutricionistas planifican sesiones de alimentación saludable.
  • En las sesiones de ejercicio puedes practicar yoga o marcha nórdica.
  • Te esperamos en espacios cálidos, diáfanos y acogedores, diseñados para cuidar, donde también puedes conocer otras personas que viven experiencias similares mientras tomas un café o una taza de té en torno a la mesa de la cocina.

CONTACTA CON NOSOTROS

En la Fundación contra el Cáncer Kālida estamos aquí para acompañarte, tanto si te han diagnosticado un cáncer, si esperas resultados, has sufrido una recaída, estás en tratamiento o eres familiar de una persona con cáncer

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