Estrés y Cáncer

APRENDER A COMPRENDERLO Y A GESTIONARLO

Si tú o alguien próximo recibe un diagnóstico de cáncer, es probable que tengas un episodio grave de estrés. Esta tensión provocada por una situación desafiante es positiva porque te ayuda a ser más resistente cuando lo necesitas. Sin embargo, si se mantiene durante un largo periodo de tiempo supone una carga adicional agotadora en un momento ya difícil. Cáncer y estrés son una combinación complicada, pero que podemos ayudarte a gestionar.

En esta página encontrarás más información sobre el estrés durante el proceso oncológico y sobre las herramientas de gestión del estrés que Kālida te proporciona.

Estrés y cáncer

El estrés es la respuesta del cuerpo a circunstancias desafiantes, cuando libera sustancias químicas para dar energía y aumentar la capacidad de recuperación o de controlar las emociones en momentos difíciles. Realmente útil a corto plazo, puede tener otros efectos en periodos largos.

Las personas muestran estrés de diferentes maneras, pero si experimentas las emociones más intensamente de lo habitual, te sientes lloroso, irritable, desapegado e insensible o tienes sentimientos difíciles de afrontar, estás claramente estresado.

La tensión puede acumularse lentamente con el tiempo, lo que dificulta reconocer sus causas a largo plazo o la presión adicional que provocan.

A veces, el estrés desencadena síntomas físicos como dolor de cabeza, intestino irritable o erupciones cutáneas. A algunas personas les cuesta comer o dormir, otras se sienten mal o se resfrían con frecuencia, porque reduce su resistencia a las infecciones.

Las personas con cáncer y sus familias añaden otros factores de preocupación que se suman al estrés durante el proceso oncológico: temor a un futuro incierto, tratamientos agotadores, visitas frecuentes al hospital, cambios físicos, problemas financieros y laborales, presiones en las relaciones…

Puede que tengas que responder a las preocupaciones y miedos de otros, a los que te dicen que “seas positivo”, a los que te evitan por la enfermedad o incluso a los que quieren que compartas todos los detalles. En ocasiones, cuesta expresar las emociones y cuesta también escuchar lo que sienten los demás.

El estrés también aparece una vez finalizado el proceso oncológico. Mientras estás en tratamiento concentras el tiempo y la energía en tu salud, pero cuando la crisis inmediata termina, y tratas de adaptarte a la vida después del cáncer, aparece de nuevo la tensión. Es un punto común en el que muchas personas buscan ayuda y piensan en la gestión del estrés.

Gestionar el estrés

La gestión del estrés radica en controlar los pensamientos, emociones, preocupaciones y generar herramientas para afrontar los problemas. También es útil para cambiar otros hábitos vitales mediante el ejercicio y una dieta equilibrada.

Si reconoces las causas del estrés, identificas los signos y factores personales que lo desencadenan y desarrollas estrategias de control, concentras la energía en otra parte.

Consejos
  • Prioriza la salud: incrementa la capacidad de recuperación física y emocional. Trata de dormir lo suficiente, come una dieta equilibrada y bebe mucha agua, ya que una hidratación adecuada mejora la memoria y la concentración.
  • Ejercicio suave: tiene muchos beneficios durante y después del tratamiento, incluido el control del estrés. Obtén más información en el blog de nuestros especialistas de apoyo al cáncer.
  • Control del tiempo: prioriza las tareas, resuelve cada asunto a su tiempo para evitar sentirte abrumado. No sientas que debes responder a todos los correos electrónicos o llamadas telefónicas.
  • Tiempo diario para ti: reserva un espacio para aquello con lo que disfrutes, por pequeño que sea.
  • Aprende a decir que no y a pedir ayuda cuando la necesites. Las personas generalmente están dispuestas a echar una mano, aunque a menudo no saben cómo lo pueden hacer hasta que les preguntas.
  • Control de la mente: Los pensamientos están estrechamente relacionados con los sentimientos. Hay estrategias que puedes aprender para manejar esas preocupaciones, que no son hechos, y preguntas circulares.
  • Los ejercicios de relajación y respiración realizados regularmente reducen el estrés y también son útiles para controlar determinados sentimientos, por ejemplo, cuando te sientes abrumado.

Kālida está aquí contigo

Si deseas obtener más ayuda sobre la gestión de cáncer y estrés o apoyo e información sobre cómo construir tus propias herramientas de gestión del estrés durante o después del tratamiento contra el cáncer, estamos aquí para acompañarte de forma gratuita. También tenemos grupos de relajación, cursos de gestión del estrés y de cursos de mindfulness y clases de yoga.

Pásate por Kālida cuando quieras, sin necesidad de pedir cita. Nuestro equipo de soporte oncológico —enfermeras especializadas en cáncer, asesores sociales y psicooncólogas — está aquí para escuchar tus inquietudes y ofrecerte la ayuda que necesites.

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En la Fundación contra el Cáncer Kālida estamos aquí para acompañarte, tanto si te han diagnosticado un cáncer, si esperas resultados, has sufrido una recaída, estás en tratamiento o eres familiar de una persona con cáncer

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